martes, 20 de agosto de 2013

EGIPTO: LA SANGRE DE LAS MATANZAS Y LA VERGÜENZA Y EL RUBOR DE LA LLAMADA “COMUNIDAD INTERNACIONAL”… ENROJECEN EL NILO.


                                                                                                  Por Manuel Zaguirre*

Las cosas están sucediendo como algunos anunciamos y denunciamos el pasado 3 de Julio, cuando los militares –objetivos dueños incontrolados de Egipto- desalojaron violentamente del poder y secuestraron al electo Presidente Mohamed Morsi, abolieron la Constitucion del país, nombraron un gobierno títere e iniciaron la caza de centenares  de dirigentes y activistas islamicos  favorables al Presidente depuesto y resistentes a los militares golpistas.
La espiral represión-accion-represion ha ido arrojando muertos y violencia en aumento hasta desbordarse en la matanza de El Cairo de las ultimas horas, con un saldo oficial de casi 700 personas masacradas y más de 4000 heridos, y un saldo superior a los 5000 muertos según fuentes  islamista, a raíz del arrasamiento a sangre y fuego por parte de los militares golpistas de las masivas acampadas islamistas en contra del golpe y en demanda de la liberación del Presidente electo Mohamed Morsi.
Sabido es que la sangre, tan brutalmente provocada y tan generosamente derramada, es el mejor abono del odio y la ira y éstos, a su vez, son los peores materiales para construir los minimos fundamentos de la convivencia y el desarrollo democratico de cualquier país.
La matanza de El Cairo del 14 de Agosto, a la que seguirán otras muy probablemente porque los militares golpistas y genocidas han anunciado que seguirán masacrando a una resistencia islamista que han ratificado, a su vez, que no cejaran en su lucha “masiva y pacifica” contra el golpe y por la restitución del Presidente Morsi en el poder… pone a Egipto al borde del abismo, tensiona y potencia al máximo la ya poderosa presencia del islamismo radical en el mundo árabe y musulman, y todo ello en una región donde la ocupación militar sionista del Estado de Israel, saturado de armas atomicas, sobre la histórica Palestina, la convierte en la region de mayor riesgo contra la paz y la estabilidad mundial.
Todo es y será tan grave que urge exigir responsabilidades como condición imprescindible para enfrentar la situación y desplegar iniciativas y esbozos de soluciones.
Responsabilidades a quienes en Egipto fomentaron y apoyaron entusiásticamente el golpe de estado militar con el argumento envenenado de que el electo Presidente Morsi no les gustaba lo suficiente (yo creo que el Presidente Rajoy debe irse, que no me gusta lo que hace y como, lo creemos una buena mayoría en España, pero todos saldríamos en su defensa si los militares pretendieran derribarlo a él y a nuestra maltrecha Constitucion).
Y exigencias de responsabilidades a la cinica e inoperante “comunidad internacional”, es decir, los USA, la UE y, por supuesto, nuestro gobierno nacional y su simpatico y mediocre canciller, Garcia Margallo.
Los primeros, los egipcios, con el Premio Nobel (de la Paz ¡¡¡), Mohamed El Baradei, al frente, abandonan despavoridos las instancias de poder emanadas del golpe militar del 3 de Julio al “descubrir” tardíamente que los militares egipcios son los mismos que dieron soporte a Mubarak durante décadas, que controlan sectores estratégicos que suponen el 30% de la economía y que arrasarán a sangre y fuego cualquier intento serio de democratización, cualquier primavera, sea o no de mayoría islamista. El Baradei y cuantos civiles le acompañaron en la aventura de apoyar y legitimar el golpe militar comprueban, a la vista de las matanzas, que cebaron un monstruo, las fuerzas armadas, que los devorará a ellos también si sostienen una minima pretensión democrática.
Los segundos, la llamada “comunidad internacional”, son especialmente complices, por acción u omisión, con el desastre humano y geo-politico en curso. Empezando por Obama y la anodina responsable de la política exterior de la UE (¿quién sabe su nombre?), que se negaron a reconocer y condenar el golpe –a llamarlo por su nombre, siquiera-, que se dedicaron a justificarlo, a descalificar al Presidente Morsi, a alentar no sabemos qué transiciones ni hacia dónde bajo tutela militar, que no pararon de vender armas ni de enviar la ayuda habitual a los golpistas y a las “autoridades” títeres de ellos…
Y ahora se rasgan las vestiduras ante la brutalidad genocida de unas fuerzas armadas represivas a las que dieron alas y legitimaron antes. Y manifiestan impotencia y pavor, incluso, ante el conflicto descomunal en el que se sume Egipto y amenaza con tener fuerte impacto en toda la región de Oriente Proximo y a nivel mundial.
Por razón de proximidad, resulta especialmente vergonzoso el triste papel de la responsable exterior de la Union Europea en su dulce visita a los golpistas egipcios hace un par de semanas. Aceptó ser conducida -¿con los ojos vendados como en las películas?- al lugar secreto donde dichos golpistas tienen secuestrado al Presidente electo Mohamed Morsi y se dedicó a presionarle para que acepte como hecho consumado el  golpe y se avenga a “soluciones constructivas” con los golpistas… Y la señora regresó a Bruselas. Y el Presidente Morsi siguió secuestrado en lugar secreto, pensando muy probablemente en la grandeza humanista y democrática de la Union Europea… Por la parte de…
Al cierre de estas líneas se anuncian nuevas movilizaciones masivas por parte de los islamistas –les sobran razones y sangre- al hilo del viernes de oración. Esbozo, para concluir y para que esas movilizaciones más que legitimas no degeneren en nuevas matanzas, unas líneas teklegraficas de actuación para la solución, más que improbable todo ello:
1)      Condena universal de los militares golpistas y genocidas, aislamiento internacional absoluto, ni un arma vendida ni una ayuda más… Deben percibir nítidamente ese aislamiento y que él conlleva que, más pronto que tarde, la justicia nacional y/o internacional les obligará a responder de sus crímenes contra la población civil.
2)      Intervencion de la Organización de Naciones Unidas, la ONU, con una fuerza de interposición militar en defensa de la pobacion civil, de su vida y seguridad, de sus derechos de manifestación pacifica, frente a la brutalidad probada de las fuerzas armadas contra dicha porblacion civil.
3)      Esa fuerza de interposición de Naciones Unidas debe abarcar también el espacio civil, promover y encauzar todos los esfuerzos sinceros de dialogo y reconciliación nacional para abrir un autentico proceso constituyente hacia la construcción de un Estado de toda la nación egipcia, con dos fundamentos innegociables e imprescindibles: la naturaleza y composición democrática de dicho Estado y la laicidad del mismo con expreso reconocimiento y amparo a la pluralidad socio-cultural y religiosa de la sociedad egipcia.
4)      Forzar al Estado sionista de Israel a abandonar y descolonizar los territorios que correspondieron a Palestina en la nefasta partición de 1948 y que fueron conquistados y ocupados militarmente por dicho Estado en 1967… Sólo a partir de esos supuestos se puede iniciar un autentico proceso de paz que concluya con la constitución de un Estado Palestino, con las fronteras anteriores a 1967 y capital en Jerusalen Este, capaz de convivir armónicamente con el Estado de Israel. Esto, que no es otra cosa que el conjunto de Resoluciones de la ONU que Israel viola y desprecia desde hace decadas, es el único camino para garantizar la paz en Oriente Proximo y reforzarla a nivel mundial. Cualquier proceso parcial en la región, sea en Egipto u otro país, estará llamado a la inestabilidad o al fracaso sin una solución justa y estable al conflicto árabe-israelí, es decir, a la ocupación militar e ilegal de Palestina y al inexorable proceso de extinción o absorción de la misma por el Estado de Israel. Esa inexorabilidad histórica, con tintes de gemicidio lento, es el sionismo.


*ExSecretario General de la USO


(Agosto 2013)

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