domingo, 31 de marzo de 2013

A PROPÓSITO DE CHIPRE:SEÑORA MERKEL, LOS NAZIS TAMBIEN TENÍAN VOTOS Y PODER…


Y no pudieron eludir por ello el severo juicio y desprecio de la Historia y de la Humanidad, contra las que atentaron en forma tan brutal que resulta imposible imaginar siquiera que tanta barbarie pueda repetirse.

Este duro arranque no tiene por objeto equiparar a la Señora Merkel, canciller de Alemania, democratacristiana reciente, joven comunista en su no tan lejana primera edad… con las ideas y las prácticas salvajes e inhumanas de los nazis. No soy tan estúpido ni ofensivo para caer en esa fácil tentación.

Quiero denunciar, eso sí, y por enésima vez, que la trayectoria de la Señora Merkel y su ensañamiento contra los países y poblaciones más desfavorecidas del sur de la Unión Europea, su utilización bastarda de las instituciones y leyes de la Unión, así como de sus serviles burócratas de oro, como un látigo o guante de hierro contra los más débiles y al servicio de sus propios bancos y banqueros, que tienen en el sufrimiento social y humano del sur la grasa que nutre sus mórbidas cuentas de resultados, y al servicio también de sus expectativas electorales… hace mucho tiempo que  son insoportables, que ponen a la Unión, a toda ella, al borde del estallido de su inviabilidad económica, financiera, monetaria y, obviamente, de su inviabilidad política y social.

El brillante cuadro macro-económico de la RFA, la tasa de interés  menos cero de su deuda, su irrelevante tasa de desempleo, los pingües beneficios de sus macro-empresas y macro-bancos… se basa en una grandísima medida en el sufrimiento de las clases trabajadoras y sectores populares del sur, castigadas sin causa o culpa alguna al desempleo masivo, la pobreza, la exclusión, la inmigración forzosa de sus jóvenes, el hambre, la desesperanza de vivir, la asfixia de la deuda privada no contraída ni, mucho menos, disfrutada por las mayorías sociales, la rabia y la impotencia de ver y sufrir como jibarizan nuestro limitado Estado Social y nuestras democracias… todo a mayor gloria del lucro, la especulación y la estafa descomunal a la que llaman cínicamente “crisis”… Pero seamos claros. La brillantez económico-financiera del paisaje alemán se basa también en la objetiva explotación socio-laboral de millones de jóvenes alemanes sometidos a los mini-empleos de 400 euros mensuales, a la objetiva pobreza de millones de jubilados, también alemanes, que han de complementar su escuálida pensión con un mini-empleo, al régimen de casi esclavitud y trabajo forzado de muchos de sus inmigrantes…

Y estos datos domésticos son la prueba del cinismo de la Señora Merkel, del electoralismo grosero que la lleva a imponer cruel y estúpidamente una política de austeridad y ajuste perpetuo, con expreso desprecio al daño , ¿irreparable?, que ello causa a decenas de millones de europeos, incluyendo una buena porción de alemanes, y al riesgo cierto de que la Unión explote.

La Señora Merkel, insisto, no tiene nada que ver con las ideas y los métodos deleznables de los nazis. Pero los efectos de su dureza con los países del sur y de su servilismo con los poderes facticos del dinero y la industria, puede provocar similares estragos sobre Europa –Alemania incluida, por supuesto-  a los que el nacional-socialismo provocó en los años 30 y 40 del pasado siglo.

La Señora Merkel opera en base a una lógica perversa y suicida. Cebada por la poderosa maquinaria mediática, envenena a sus compatriotas con una patraña chovinista y racista a la vez: “Nuestra grandeza alemana es fruto directo de nuestra proverbial laboriosidad; los pequeños problemas que podamos padecer se deben a lo mucho que nos cuesta a los alemanes mantener a las poblaciones del sur, que son holgazanas y manirotas por naturaleza… Pero eso se acabó. Austeridad, disciplina, rigor –mortis- al sur para recuperar y mantener nuestro altísimo nivel de vida y devolver al sur el bajo nivel que merecen…”

Ese discurso repugnante lo agudiza y extrema la Merkel cuando tiene elecciones en el horizonte, como sucede ahora. Pero hay que decirle que miente, y que ella lo sabe. Y encararla, como hizo nuestro inmortal Quevedo, allá por el XVI, cuando dijo al omnipotente Conde Duque de Olivares:

No he de callar, por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Menos fuera la pérdida y la injuria,
si se volvieran muzas los asientos;
que esta usura es peor que aquella furia.

Y así hasta 70 tercetos.

No Señora; la grandeza de Alemania es en gran medida fruto del Plan Marshall de los años 50, del trabajo infinito de 20 millones de inmigrantes de casi toda Europa, más Turquía y algunos países árabes y africanos, en las décadas de los 50 a los 70, de la reunificación que decretó Helmut Kohl en los 90 –factura fabulosa que aún colea- y uno de cuyos frutos menos dulces es usted misma, de los pingúes beneficios  que ha rendido y rinde la Unión Europea, con el sur por delante, a la Alemania anterior y posterior a la reunificación… Y todo ello sin desmerecer lo más mínimo el esfuerzo de la clase trabajadora alemana, que reconstruyó una patria devastada por la guerra que provocó el nazismo.

Estas son verdades históricas indiscutibles y el empeño de la Señora Merkel por negarlas y ahondar en la brecha del egoísmo y la insolidaridad inter-europea, será a Alemania a quien haga más daño a medio plazo. ¿Dónde piensan vender sus “mercedes” y otros símbolos de sus productos de altísimo valor añadido?, ¿en Haití o Guatemala, o en los super-protegidos mercados de Japon o USA?, ¿o tal vez en una Unión Europea, como siempre antes, a la que empobrecieron y esquimaron con su egoísmo e insolidaridad?.

Las respuestas se caen por su peso.

Viene a cuento este duro alegato por el último desmán de la Merkel, con el concurso servil y torpe  de los eurócratas habituales trabajando al dictado,  en el “rescate” a Chipre. Más bien el secuestro de un pequeño país –lindisimo como su gente, doy fe de ello- con una población no mucho mayor a la de cualquier ciudad-dormitorio del cinturón rojo de Barcelona o Madrid, con una extensión territorial minúscula en una isla cuya mitad se robó Turquía hace más de 60 años sin dejar rastro apenas en la memoria histórica europea, y en la que los británicos se quedaron para siempre con algunos enclaves militares estratégicos tras una larga presencia colonial, resuelta a su nefasta manera. Chipre, un forzoso paraíso fiscal, como tantos otros de pleno derecho en la Union Europea, por imperativo de la especulación internacional, de cuyos bancos infectados de depósitos de origen desconocido y obvio a la vez, depende el millón de chipriotas que aportan  un “decisivo” 0,2% del PIB de la Unión…

Pues bien, a una realidad así le han caído con un secuestro de 10.000 millones de euros, pretendiendo cargar esa cantidad íntegramente sobre las espaldas de la población, empezando por una quita de hasta el 10% para depósitos bancarios inferiores o superiores a 100.000 euros, ciscándose así en leyes de la Unión que garantizan y hacen inviolables depósitos de hasta esa cantidad en caso de quiebras bancarias; normalmente fraudulentas, de las otras no hay.

El escándalo provocado por tanta arrogancia y estupidez , la presión airada de los lobys rusos y griegos que concentran la mayor parte de depósitos, parece que obligó a los eurócratas a dejar en suspenso la quita para los inferiores a 100.000 euros. Por supuesto, lo que no saquen por ese lado lo pillarán extremando otros recortes e imponiendo otros rigores… si lo sabremos nosotros.

Para más “inri”, al cierre de estas líneas, tarde del 19.3.2013, el parlamento chipriota parece que iba a rechazar las condiciones del secuestro. Por una razón elemental: todo secuestro tiene visos de criminalidad; cuanto más, uno que puede estrangular a un país y a una sociedad enteros. Porque, y esa es otra barbaridad alucinante, la Señora de marras y sus corifeos te rehumillan: primero te crucifican y luego te dicen “y ahora me refrenda usted parlamentariamente la crucifixsión, por aquello de que la democracia  es una seña de identidad de la Unión Europea…”  Como son esos diputados chipriotas, ni uno solo ha votado a favor del secuestro; parece que prefieren la dignidad al euro…

Esta brutalidad contra Chipre y su gente, que me tiene conmocionado, no por nueva sino por reiterada, ha producido dos declaraciones de una lucidez y amargura infinitas. Una, del presidente de Portugal, el muy conservador Cavaco Silva: “Resulta muy inquietante la falta de sentido común y de visión de los lideres europeos” (eufemismo para no citar por su nombre a la Merkel). Otra, de un líder social chipriota: “Nos hacen esto porque somos pobres y pequeños y porque quieren experimentar con nosotros qué hacer con otros…”
En las manifestaciones de estos días en Nicosia, tras conocerse los términos del secuestro, ví una estremecedora pancarta en inglés que decía: “Where it will take place the next robbery?, in Spain or in Italy?.

Y Rajoy sin abrir la boca sobre el tema Chipre, Me pregunto si cuándo vengan a por nosotros sin tapujos dirá algo. Me respondo que no dirá nada… pero prefiero que no vengan.


ExSecretario General de la USO
                                                                                                                             (Marzo 2013)

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